Leonardo da Vinci dijo: "Cuando pensaba que estaba aprendiendo cómo vivir, estaba aprendiendo cómo morir. El tema de la muerte natural no me gusta. Pero el día que entendí que no morimos solamente cuando muere el cuerpo, supe que morir en un sentido amplio, no es otra cosa sino renacer y vivir mejor. Igual que Da Vinci, mientras he ido aprendiendo a vivir, me di cuenta de que estaba aprendiendo a morir. Y me ha hecho feliz aprender a morir; he crecido espiritual, emocional y mentalmente, y todos los días muero a algo y soy mejor. No, no soy morbosa ni macabra, al contrario. Quizás a ti también te conviene aprender a morir o estás muriendo ya y ni cuenta te has dado. Es más, los que se niegan a morir, nunca aprenden a vivir, a disfrutar lo mejor de la vida y a alcanzar ese proceso diario tan preciado de ser feliz.
Te lo voy a poner bien fácil. Si aprovechas como lecciones los eventos y los cambios en tu vida, te hagan llorar o te hagan reír, vas muriendo a...
- Preocuparte por asuntos sin importancia
- Pretender ganar en todo
- Creer que puedes lograr todo, solo con tus fuerzas
- A pretender que las personas vean la vida como tú
- Tener la ilusión de que puedes controlarlo todo
- Querer complacer a todo el mundo
- Insistir en ser perfecta
- Buscar ser "la mejor"
- Insistir en persuadir a quien no tiene remedio
- Perder el sueño por lo que no está en tus manos resolver
- Querer hacerlo todo al mismo tiempo
- Tomar decisiones precipitadas a base de emociones
- Esforzarte en ser la persona que no eres
- Los prejuicios sociales, intelectuales y religiosos
- Disimular tus emociones por el qué dirán
- Hacer lo que otros quieren, que a ti no te interesa
- El miedo al rechazo y al juicio de los demás por tu manera de ver la vida, la fe y el prójimo
- Al temor de no alcanzar el éxito personal con tu talento
- A que te critiquen si dices que te gusta el dinero
- Atreverte a conseguir hablar con alguien, aunque sea una celebridad
- Creer a otros que es imposible hacer algo
- Relaciones que dolieron
- Momentos difíciles
- Recuerdos que te hacían sufrir
- Creer que la impaciencia sirve para algo
- Engañarte a mí misma
Mueres todos los días a algo que no te convenía ni te hacía feliz, ni contribuía a tu vida ni a tu calidad de persona. Y cuando mueres a algo, renaces, como la semilla que cae en la tierra, muere, renace y da nuevos frutos. Entonces renaces más fuerte, más nutritiva, más sabia, más generosa para compartir lo que llevas dentro. Descubres que las cosas que murieron eran lastres que sobraban y obstruían. Y naces, entre muchas otras cosas, a...
- Una actitud de soluciones, sin perder la energía en preocuparte
- Entender que no tienes que "ganar" siempre, total, muchas veces perder es una manera de ganar si lo sabemos ver
- Saber que nada tienes que hacer con tus fuerzas. Cuentas con El que nunca falla.
- Agradecer que haya personas que no ven la gente como tú, aceptarlas y aprender de ellas
- No sentirte responsable por lo que no puedes controlar
- Quitarte la presión de complacer
- Escoger ser excelente y no perfecta
- Saber que eres única; no tienes que ser "mejor" que nadie
- No perder el tiempo con quien no entiende razones
- Dejarle a Aquel lo que no puedes resolver tú
- Saber que si te organizas, puedes hacerlo todo a su tiempo
- Dejar pasar las emociones y entonces decidir con una mente sabia
- Ser tu auténtico "yo"
- Aceptar a las personas como son, aunque debas estar lejos de algunas
- Expresar tus emociones en libertad
- Hacer lo que quieres tú
- Vivir la vida y la fe como lo sienten tu corazón y tu espíritu (aunque nadie entienda)
- Tener tu propia definición de éxito personal y saber que tienes el talento que necesitas
- Atreverte a decir que te gusta el dinero porque sabes que es un medio muy útil
- Saber que cuando pides algo, como hablar con una celebridad, lo más que puede pasar es que te digan que no
- Saber que nada es imposible
- Olvidar el dolor y convertirlo en aprendizaje
- Darte cuenta de que la paciencia todo lo puede
- Enfrentar la verdad, aunque sea a solas.
El ser humano es tan poderoso, que muere a lo peor para vivir a lo mejor. ¿A cuántas cosas negativas has muerto? Morimos a lo que no nos conviene retener. ¿A cuántas cosas hermosas has nacido? Nacemos a las que nos hacen mejores y más felices. Esas son las que cuentan.
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