Los árboles han tenido gran importancia para el hombre desde la antigüedad. La Biblia habla de dos árboles sagrados: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento, éste último el famoso árbol cuyo fruto comieron Adán y Eva para luego ser expulsados del Jardín del Edén.
Variedades de árboles aún hoy son consideradas sagradas o de buena suerte, muchas tradiciones populares consideran de buen augurio al roble, o el sauce. Es creencia que el origen del dicho “tocar madera”, proviene de la antigua costumbre de tocar un sauce para atraer la buena suerte.
Muchas civilizaciones antiguas creían que los árboles eran morada de los dioses. Egipcios, persas, celtas, griegos, romanos, etc. Todos estos pueblos le daban a los árboles un carácter divino y sagrado. Tenían además, la seguridad de que poseían una energía revitalizadora y sanadora para el ser humano.
Por mucho tiempo ese conocimiento ha sido marginado, pero hoy regresa con fuerza el entendimiento de que las plantas y los árboles reaccionan a nuestros estados de ánimo, y poseen además, capacidad de reconocimiento. La realidad es que la naturaleza es un bálsamo, una caricia para el alma. Recientes investigaciones científicas demostraron que pasar tiempo en contacto con la naturaleza no solo es una fuente de placer para los sentidos, sino que además, genera vitalidad.
Cada vez más personas han tomado la costumbre de abrazar los árboles. Los "tree-huggers" afirman que es muy fácil percibir la energía positiva que emana de ellos. Las personas sensibles, pueden notar pérdida de energía cuando abrazan a una persona que transita por un estado emocional negativo. Los árboles, por el contrario, nunca descargan nuestra energía, sino que la cargan.
¿Cómo captar la energía de los árboles?
Camina entre los árboles a paso tranquilo, regulando tu respiración, y elige alguno que te llame la atención. Es importante evitar los análisis mentales: simplemente acércate, obsérvalo y capta su energía.
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"Éste es mi árbol. Lo conozco, me conoce. Me ayuda en los momentos en los que necesito claridad y paz. He pasado muchos momentos bajo su amorosa sombra, su compañía constante siempre me reconforta".