La fuerza somos los fans

No importa la edad, si se tienen muchos, pocos o ningún juguete, o si vimos las películas hoy o hace 30 años, somos fans de Star Wars porque a todos nos sigue fascinando un buen cuento de hadas que, al cerrar los ojos, nos regrese a nuestra infancia.
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La Fuerza prevalecerá. Esta sencilla frase es una de las premisas de "Star Wars: Rebels", el primer producto de la saga bajo la tutela de Disney, y que a la vez, ejemplifica el rumbo que "La Guerra de las Galaxias" ha tenido en mi vida y en la de muchos fans.

Mi historia con la galaxia muy, muy lejana tiene un claro inicio, aunque bastante asincrónico. Cuando niño, aún transmitían las películas de la saga en televisión abierta, y así, en una televisión blanco y negro, mi recuerdo más antiguo con Star Wars es con la sexta película -tercera, para aquellos tiempos pre-internet-, cuando el Emperador Palpatine llega a la Segunda Estrella de la Muerte, recibido por Darth Vader y un desfile de naves: desde ese momento, me volví fan... y un firme apologista del Imperio Galáctico.

Alejado del marketing, recuerdo haber recreado el ataque de la Alianza Rebelde a la primera Estrella de la Muerte con varios juguetes, ninguno realmente de la marca, y tal vez fue lo mejor, pues mi gusto por la saga se templó con la imaginación, y a fin de cuentas, Star Wars es un cuento de hadas, pero en el espacio. Poco a poco compré los primeros juguetes, aunque nunca han sido la base de mi "fandom", pero sí acepto que de pequeño, me volvía loco comprando unas cajas de dulces de la marca Sonric's, porque traían las navecitas de la saga.

Ser fan de Star Wars va más allá de los juguetes, cómics, libros y juegos. Las películas de la Trilogía Original, para quienes las vimos en su momento, o cuando mucho, unos años después, nos replantearon el concepto del cuento de hadas: el príncipe encantador se transformó en Han Solo; la "desvalida" princesa, en Leia Organa; el rey disfrazado de mendigo, en Luke Skywalker, y al fortaleza inexpugnable -excepto para un torpedo de fotón-, en la Estrella de la Muerte.

El deseo de compartir nuestra experiencia galáctica lleva a muchos a buscar amigos, y así inició el Club de Fans de Star Wars Cancún. La historia del grupo se remonta a hace casi 10 años, con unos carteles en una tienda de discos, que a la larga, nos han dejando muchas experiencias que se materializan cada año, desde hace cuatro, en la Expo, organizada por fans y para fans.

Precisamente -y con un toque muy "geek"-, este evento es ejemplo del poder unificador de la Fuerza, pues todos los miembros del club, desde el niño al adulto, colaboran con su talento especial para llevarla a cabo, compartiendo con los demás las diferentes maneras de ser un fan de Star Wars: desde el coleccionador de naves, al de figuras de acción; de los cómics a los libros; de los disfraces a los dioramas, todos unidos por la Fuerza de la amistad, para departir durante dos días como si fuéramos niños, jugando con navecitas, espadas, capas y máscaras, trayendo a nuestra comunidad el encanto de la galaxia muy, muy lejana.

No importa la edad, si se tienen muchos, pocos o ningún juguete, o si vimos las películas hoy o hace 30 años, somos fans de Star Wars porque a todos nos sigue fascinando un buen cuento de hadas que, al cerrar los ojos, nos regrese a nuestra infancia. En ese sentido, la Fuerza prevalecerá, porque nosotros, los fans, somos la Fuerza.

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