El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, ha hecho historia al ser elegido como el primer papa latinoamericano, algo que causó gran conmoción entre la gente latina y, también, con las celebridades. Pero aunque su selección sea histórica para los latinos, también puede significar un "más de lo mismo" en cuanto a la posición de la Iglesia Católica hacia los derechos de la comunidad gay.
El Papa Francisco es un conservador que se ha expresado en contra de las uniones gay y de las adopciones por parte de la gente GLBT. Ha descrito los matrimonios del mismo sexo como una "movida del diablo" y un "ataque destrutivo al plan de Dios".
Según recapitulaba el diario Milenio en julio de 2010, en reportaje de la agencia Notimex, el entonces cardenal Jorge Bergoglio, el máximo jerarca católico de Argentina, daba a conocer su posición en una carta, entre el intenso debate social que desataba entonces la propuesta de reforma del Código Civil argentino que aprobaría las uniones de personas del mismo sexo.
"No se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios".
Esa ley, dijo, pone en juego “la identidad, y la supervivencia de la familia: papá, mamá e hijos" y aseguró que si a los gays se les otorga el derecho de adopción, la vida "de tantos niños" estará en juego porque se les privaría "de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre".
El ex presidente Néstor Kirchner, entonces, acusó a Bergoglio de presión y querer influir a la comunidad religiosa del país. "La Argentina debe dejar definitivamente las visiones discriminatorias y oscurantistas”, reclamó Kirchner. Además, aseguraba tener "una absoluta tranquilidad de conciencia" por "haber votado a favor del matrimonio igualitario, a favor de la igualdad de derechos", informaba el diario Cronista.
De cualquier manera, Argentina se convirtió en 2010 en el primer país de Latinoamérica en legalizar las uniones de personas del mismo sexo. Desde entonces, Bergoglio ha peleado con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por su postura de distribuir anticonceptivos gratis y promover la inseminación artificial.
Como respuesta a este pasado de Bergoglio, el presidente de GLAAD, Herndon Graddick, emitió el siguiente mensaje:
"Por décadas la jerarquía católica ha necesitado de manera desesperada una reforma. En su vida, Jesús no condenó nunca a los gays. En el corto tiempo del Papa Benedicto, convirtió en una prioridad la condenación continua de la gente gay. Esto, a pesar del hecho de que la jerarquía católica estaba coludida en ocultar el abuso de niños dentro de su iglesia. Esperamos que este Papa intercambie sus zapatos rojos por un par de sandalias y pase menos tiempo condenando y más tiempo lavando pies".
Añadió: "El National Catholic Reporter dijo que el Papa Francisco llamó la adopción por parte de gente gay y lesbiana una manera de discriminación contra los niños. La auténtica discriminación contra niños es la pedofilia que ha corrido por toda la Iglesia Católica con la complicidad del Vaticano".
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