DALLAS, Texas. -- Maribel Arellano dice que todavía sueña que trae el grillete electrónico en su tobillo y aún llora cuando recuerda que lo llevó por 8 meses hasta octubre pasado que le fue removido. Sus siete hijos tampoco olvidan el aparato que provocó tanta vergüenza y humillación a su madre.
"Más que una molestia física, portar el brazalete es una tortura emocional, me hizo sentirme una delincuente, desesperada hasta el punto de querer mejor morirme varias veces", dijo la mexicana de 39 años originaria del estado de Guerrero, que ha vivido más de 20 años en Estados Unidos.
Rinawati Fnu, una indocumentada de Indonesia, también fue liberada del dispositivo después de un año de portarlo. Ella, su esposo y sus dos hijos soportaron un sufrimiento extremo, a tal punto que el aparato provocó una severa depresión a la joven madre.
Arellano y Fnu, junto con otro grupo de inmigrantes residentes en esta ciudad, forman parte de la demanda federal que a su nombre presentó el Centro Isenberg para la Igualdad en Migración (ICIE, por sus siglas del inglés) para exigir que se ordene la eliminación y se prohíba la colocación de grilletes electrónicos a indocumentados que cumplan con ciertos criterios.
En la demanda legal contra la oficina del Servicio de Inmigración y control de aduanas (ICE) en Dallas, se argumenta que el uso de grilletes electrónicos es "un castigo cruel e inusual que viola derechos humanos, civiles y constitucionales".
En el documento, el ICIE pide que se ordene remover el artefacto electrónico a quienes ya lo traen y frenar la colocación del mismo a indocumentados que cumplan con criterios como haber sido liberados por ICE bajo palabra, que hayan residido en el país por más de 5 años consecutivos, que no sean un riesgo de fuga, que carezcan de récord criminal ni amenacen la seguridad nacional, que tengan lazos verificables con Estados Unidos y familia que sean ciudadanos o residentes permanentes de este país.
Esas características corresponden al perfil de inmigrante que el ICIE define como "Americano que no es ciudadano", el cual otorgan al indocumentado que ha vivido y se ha integrado a la cultura y economía de Estados Unidos durante años y ha tenido hijos en este país.
"Es un enfoque muy directo para demostrar que el monitor electrónico no es una alternativa para el tipo de inmigrante del que estamos hablando y muestra que no tiene sentido lo que está pasando en Dallas porque no es correcto sino violatorio de la Constitución, los derechos civiles y humanos de los inmigrantes", indicó Ralph Isenberg, fundador del ICIE.
Afirmó que se siente muy optimista de los resultados que arrojará la corte federal del distrito norte de Texas que recibió la demanda, la cual aseguró Isenberg es la primera de esta naturaleza que se interpone en Estados Unidos.
El abogado de ICIE, Arturo Rodríguez III consideró que "no se puede permitir que ICE siga perjudicando a familias, destruyendo sus vidas y burlarse del proceso", por eso aseguró que la demanda es la forma de intervenir y exponer el abuso de discreción de los agentes migratorios en esta ciudad.
En el texto de la demanda, se acusa a funcionarios y agentes de ICE de ejercer acciones excesivas, vagas y ambiguas que se contraponen a los conceptos de justicia e igualdad bajo la ley, por lo que resultan ilegales e inconstitucionales bajo las leyes de Texas y Estados Unidos.
Específicamente, el documento señala que los Americanos que no son ciudadanos enlistados en la demanda, padecieron acciones del ICE que van contra el respeto a la ley, que son irracionales, arbitrarias y caprichosas, hechas de mala fe y que tuvieron un alto grado de inconstitucionalidad.
"Los monitores electrónicos crean daño emocional e inconformidad en la unidad familiar, por lo que nosotros no pararemos en nuestros esfuerzos hasta desactivar el uso de grilletes como medida de detención en este tipo de inmigrantes arraigados en este país que no representan ningún peligro para nadie", subrayó Isenberg.
ICE no hace su trabajo para detectar y detener a los criminales indocumentados en Dallas y se están usando parámetros equivocados contra familias inmigrantes, agregó.
En lugar del uso de un grillete electrónico de tobillo diseñado para su uso en criminales de riesgo, solicitan que se contemplen otras formas de monitoreo menos intrusivas, tales como dispositivos de rastreo geográfico o GPS en teléfonos celulares, relojes de pulsera electrónicos con localizador, permanencia en casa o reportarse presencialmente.
La petición legal de ICIE se interpuso contra los funcionarios de ICE en Dallas, el director interino Scott Weber, la directora saliente Nuria Prendes y el supervisor del programa alternativo a la detención Daniel Wells. Se incluyó a la compañía BI Incorporated que proporciona los grilletes electrónicos para la agencia federal bajo un contrato.
El vocero de la oficina de ICE en Dallas, Carl Rusnok rechazó hacer algún comentario sobre la demanda porque no pueden opinar sobre una litigación pendiente.
Sin embargo, afirmó que los monitores electrónicos son una de las formas que utiliza ICE en el programa de alternativas de detención (ATD, del inglés).
ICE está centrado en la aplicación inteligente y eficaz de las leyes migratorias, dando prioridad a la eliminación de los delincuentes extranjeros, a quienes recientemente cruzaron la frontera y se hallaron en flagrante violación de la ley migratoria, así como a los que ya han sido deportados previamente de Estados Unidos, precisó Rusnok.
El ICE detiene y mantiene en centros de detención a 34,000 inmigrantes al mismo tiempo en l país. De la población migrante adscrita al programa alternativo a la detención, la mayoría de detenidos no representa una amenaza pública y sólo el 11% ha cometido crímenes, según datos de la dependencia federal.
Para el año fiscal 2012 se aprobó un presupuesto de 2.75 billones de dólares para detención y deportación de inmigrantes, o sea 184 millones más que el 2011.