Una amiga mía me llamó llorando del coraje. "Reapareció... a estas alturas se vuelve a cruzar en mi camino... no puedo creerlo".
Por un momento pensé que se trataba de su exmarido del que se divorció hace 12 años. Con pocas explicaciones, el tipo le dijo que se marchaba y ella quedó desolada. Pero no, me equivoqué no era su antigua pareja la que la había llamado.
"Imagínate, después de 40 años aparece. ¿Piensa que quiero hablar con él? ¿Cómo se atrevió a llamarme?".
Su padre biológico, uno al que no ve desde que tiene 5 años la había localizado y decidió buscarla.
Ya más calmada me dijo que el señor le había dejado un mensaje en su celular con un número de teléfono. "Tu eres reportera, llámalo tú por favor, pregúntale que carajo quiere", me dijo.
De inmediato acepté. Me causaba curiosidad saber qué había pasado con la vida de este hombre al grado de alejarse para siempre de la vida de su hija y quería evitarle el disgusto a mi amiga.
Por un lado, ella quería hablar con él y gritarle cuánto lo había añorado y cómo esa añoranza se convirtió en resentimiento. Por otro, sentía que si hablaba con él, traicionaba a su madre y en especial a su padrastro quien se hizo cargo de ella desde que tenía 8 años y a quien llamaba papá.
El hombre me contestó al toque. Le expliqué quién era yo y entonces me dio su explicación.
"Siempre busqué a mi hija....pero no la encontré.. Desde que su mamá se casó con su nuevo marido se fueron a otra ciudad y yo no pude seguirles la pista. Después, sentí que no era justo entrometerme en sus vidas. Ese hombre la trató como una hija y me sentí sin derechos", me dijo.
¿Porqué la busca ahora?
"Porque estoy arrepentido, porque estoy viejo, porque apelo a la buena caridad de ella para darme un sólo abrazo....por eso m'hija, sólo por eso".
La charla duró una hora en la que me pidió que le contara un poco de su hija. Le dije que era una gran mujer, que tenía 3 hijos y que estaba bien. El hombre se puso a llorar. Sabía que mi amiga seguramente no lo iba a llamar y aunque la entendía, me dijo que las cosas nunca son blanco y negro. Y es verdad.
Mi amiga escuchó lo que le dije y mucho más serena decidió no volverlo a ver. No quería problemas emocionales. La ausencia de su padre le dejó un gran vacío, que según me dijo, llenó con otras cosas y agregó:
"El eligió su camino y se apartó de mí. Yo hago lo mismo".
No se, supongo que la entiendo... Y a él también.
NO TE QUEDES SIN VER:
