A estas alturas seguramente conoces o has oído sobre la Ley de Atracción que nos explica cómo nuestros pensamientos viajan en forma de energía al Universo, mismo que los alinea con algo similar o idéntico materializándolo frente a nuestros ojos. Aquello en lo que más piensas, lo que ocupa tu mente, las palabras que pronuncias, lo que imaginas y la intención que te anima, será lo que aparezca en tu vida.
¿Recuerdas las veces que has pensado insistentemente en alguien y al poco tiempo te lo encuentras o te llama por teléfono? ¿Es telepatía? Sí, y lo decimos: "Te llamé con la mente". Nosotros, todos, llamamos con la mente. Llamamos con la mente gente, objetos y hasta situaciones.
¿Siempre te topas con el mismo tipo de personas? Ten por seguro que tú las llamas, que algo en ti tiene un magnetismo que las atrae. Si cuando has temido ser víctima de robo te han robado, si cuando has dudado de la fidelidad de alguien te han traicionado o si cuando has pedido trabajo con la sensación de que te van a decir que no, te han bateado, entonces puedes echarle toda la culpa a La ley de Atracción que funciona idénticamente si piensas algo positivo, como si piensas algo negativo.
La mayoría pensamos y hablamos negativamente aun sin quererlo, por ejemplo: "Me estoy sintiendo mal, no me quiero enfermar". Quita la palabra no de la frase anterior y esto es lo que escucha El Universo: "Me siento mal, me quiero enfermar". Da igual que digas: Sí me quiero enfermar o, no me quiero enfermar; la energía responde a la idea de enfermedad, alineándote con más de lo mismo. Igual sucede cuando nos unimos a campañas o manifestaciones: NO a X presidente, NO a la guerra, No al maltrato infantil, por mencionar algunos; sin quererlo estamos inyectando más energía al evento negativo que quisiéramos erradicar. La energía vibra con las ideas: X presidente, guerra, maltrato infantil.
Así que si quieres conseguir tus sueños y hacer una diferencia en el país o en el planeta, Llama con tu mente lo que SÍ quieres: Mi cuerpo es sano, estoy lleno de energía. SÍ a Y presidente, SÍ a una niñez feliz, SÍ a la paz.
Créeme que reformatear el modo de pensar es muy fácil una vez que se entiende la fórmula:
- Olvídate de lo que no quieres, pues cada vez que piensas en lo que temes o no deseas, le estás enviando una invitación.
- Evita frases y pensamientos que se acompañen de la palabra no aunque parezcan positivos.
- Concéntrate en lo que deseas, sintiendo la satisfacción como si ya lo tuvieras.
- Acompaña tus pensamientos con visualizaciones, o sea imagínate siendo protagonista de ese triunfo o alegría.
- Cuida mucho tus palabras, todo lo que dices viaja como energía y atrae eso mismo. No hables de muerte, de enfermedad, de pobreza o de tristeza. No hables de lo que no quieres que suceda, sino de lo que sí deseas que pase.
- Ayúdate poniendo a la vista frases o imágenes que reflejen tus deseos. Para esto te recomiendo hacer tu mural de los deseos.
- Comienza ya, pon en práctica tu poder de atracción en cualquier momento del día. Cuando comiences a atestiguar los resultados, acepta que no fueron casualidad y comprende que lo puedes aplicar todas las veces, en todas las circunstancias: Llama el espacio para estacionarte como si te estuviera esperando, circula en tu auto con la seguridad de que tu trayecto estará despejado, llega a la cita confiado en que será positiva, imagina a tu país como un estado próspero y justo, créete merecedor del auto, del trabajo, de la casa, del amor, de la salud, de la alegría.
Si no la has visto, te recomiendo "El Secreto", personalmente me parece que la película es más clara que el libro. Verás que todo es muy lógico y fácil de aplicar.
También te recomiendo mi libro "Las Tres Llaves", publicado por Ediciones B, aquí una entrevista donde hablo más al respecto y explico cómo funcionan Las Tres Llaves y La Ley de la Atracción:
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