Pasas más tiempo en tu escritorio que en otros lugares. Hazte estas preguntas para que te cerciores si estás cuidando su salud en el trabajo.
TU ESCRITORIO...
¿Está limpio?
El escritorio promedio es anfitrión de 400 veces más bacteria que un asiento de inodoro – horripilante considerando que el 62% de los trabajadores consumen su almuerzo con regularidad ahí. El teléfono, los reposabrazos de la silla y el teclado del computador son los peores ofensores, de acuerdo a investigaciones de la Universidad del Estado de San Diego y la Universidad de Arizona. Limpia con una toallita desinfectante estas superficies una vez a la semana.
¿Es ergonómico?
El evitar dolor en el cuello, hombros y espalda depende de mantener el ángulo apropiado mientras estás en tu escritorio, dice el quiropráctico Bradley Grossman de Nueva York. "Mantén tus rodillas niveladas con o un poco por debajo de tus caderas y brazos doblados a 90 grados y utiliza un reposapiés para promover alineamiento apropiado". El sentarte en un asiento inestable – como el taburete ErgoErgo – puede también proteger tu postura, mientras fortalece tu tronco. Para asegurarte que no te encorves hacia el frente y tu espalda se mantenga derecha, coloca la pantalla de tu computador unas 18 ó 24 pulgadas de distancia, con el centro de la pantalla justo debajo del nivel de tus ojos.
¿Está organizado?
No sólo es frustrante cuando no puedes encontrar un documento bajo la montaña de papeles en tu buró, un escritorio desordenado puede ser dañino para tu salud mental. Un estudio de la Universidad de Princeton encontró que el desorden visual limita la habilidad del cerebro de procesar información, lo que lo hace más difícil el enfocarse. Para permanecer sana y centrada, toma unos pocos minutos cada día para organizar tu escritorio.
¿Está de buen humor?
No te cohíbas y coloca esa foto de tu gata con disfraz de Halloween. Un estudio de la Universidad de Exeter en Inglaterra encontró que los empleados que decoran su espacio de trabajo son más felices, saludables y 32% más productivos que aquellos que no lo hacen. Considera traer unas plantas también. Estudios demuestran que pueden mejorar la calidad del aire al aumentar los niveles de humedad y absorber contaminantes aéreos y toxinas. Opta por una variedad dura como una palma de bambú o una mata de caucho, que no se morirán durante el fin de semana.
¿Y TU ESCRITORIO CÓMO ESTÁ?
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