No hay duda de que el tema de indocumentados en Estados Unidos trasciende consideraciones sociales, legales y políticas. Aunque por lo general, el aspecto social, legal y político de este tema son bien conocidos por la comunidad, dada su amplia difusión en los medios de comunicación, la contribución económica por parte de este grupo de individuos es simplemente un aspecto desconocido e insuficientemente difundido, excepto en relación con sus "costos" y generalmente en forma negativa y con motivación política.
De tal manera, el análisis económico tradicional que involucra a indocumentados destaca los aspectos negativos relacionados con atención médica gratuita, educación, competencia desleal y desplazamiento laboral, costos al contribuyente por subsidio, y el no pago de impuestos por parte de este grupo. No obstante, la publicidad negativa tradicional relacionada con este tema, en mi opinión, existe un lado positivo relacionado con la presencia de indocumentados en Estados Unidos y su actual potencial en la contribución a nuestra economía.
De hecho, de acuerdo con un reporte emitido por el Centro para el Progreso de America y el Centro de política Migratoria (Center for American Progress and the Immigration Policy Center) se estima que el aporte al producto bruto interno (crecimiento económico) de los Estados Unidos como resultado de la legalización de indocumentados, ascendería a 1.5 trillones de dólares en el curso de 10 años y, en contraste, se estima que la ejecución de políticas de deportación le costaría a Estados Unidos una pérdida de 2.6 trillones de dólares en su producto bruto en el curso de 10 años.
No sería difícil de pronosticar que, incluyendo en el grupo antes mencionado a los miles de jóvenes indocumentados que actualmente se preparan para recibir un permiso de trabajo y una estadía temporal por dos años a través de la acción diferida, y teniendo en cuenta que muchos de ellos son estudiantes con el deseo de seguir una carrera universitaria y convertirse en profesionales, dicho aporte podría ascender a mucho mas de 1.5 trillones de dólares y en menos tiempo. Esta contribución seria invaluable, particularmente en un momento de la historia económica de Estados Unidos en el que el país ha perdido su competitividad y hegemonía internacional.
Igualmente, y a pesar de la común percepción sobre que los indocumentados no pagan impuestos en Estados Unidos, la oficina del Servicio Interno de Rentas e Ingreso (Internal Revenue Services IRS) estima que dicho grupo laboral presenta aproximadamente 6 millones de declaraciones de impuestos anual. Es más, la Oficina del Presupuesto Congresional (Congressional Budget Office CBO) del país ha indicado que entre 50% y 75% de indocumentados presentes contribuye al pago de impuestos federales, estatales y locales en la actualidad.
Es también valioso destacar que los indocumentados en Estados Unidos contribuyen con aproximadamente $7 billones de dólares anuales al Seguro Social (Social Security). Irónicamente, si no se legaliza su estatus en este país, estas personas nunca se beneficiaran de esta contribución. En el año 2006, por ejemplo, un estudio económico producido por Standard & Poor's, una compañía Americana de Investigación económica, resaltó que la Oficina del Seguro Social (Social Security Administration) retiene de $6 a $7 billones de dólares anuales en una cuenta "en suspenso," fondos primariamente provenientes de contribuciones de indocumentados, dineros que no se pueden redirigir si nunca son reclamados y que, hasta hoy, los ciudadanos Americanos no sabemos qué destino tienen.
Desde el punto de vista de contribución por parte de los indocumentados a la economía de consumo, tomemos como ejemplo el Estado de California. Un estudio proveniente de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA) y publicado por el Centro de política Migratoria (IPC) indica que en 2009, trabajadores indocumentados en California hubiesen ganado un salario de $29.6 billones de dólares, 2.2 billones más del salario devengado por no tener permisos de trabajo.
El mismo estudio revela que de ajustarse ese ingreso, se generaría un incremento de $1.5 billones de dólares al año en la económica de consumo de California. Este incremento daría como resultado la creación de más de 25,000 trabajos, $310 millones de dólares adicionales en impuestos estatales sobre el ingreso y $1.4 billones de dólares adicionales en impuestos federales sobre el ingreso devengado.
Pero lo que es aún más significativo a mi manera de ver, es que estudios económicos recientes publicados por el Radio Publico Nacional (National Public Radio NPR) muestran que la presencia de indocumentados en Estados Unidos contribuye menos al deterioro económico de los Estados Unidos que otros factores como la importación de mano de obra de China e India, la automatización del sector manufacturero y la globalización del comercio.
Por todo lo anterior, es difícil imaginar cómo la economía de los Estados Unidos no se beneficiaría con la integración legal y permanente de indocumentados y, particularmente, del sector de jóvenes indocumentados, que si bien no nacieron en el país, han vivido aquí desde su infancia, y quienes están más que dispuestos a pagar por los beneficios recibidos especialmente en materia de educación, al permitírseles incorporarse a la sociedad económicamente activa.
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