Caries de biberón

Este cuadro clínico afecta a niños que duermen con los chupetes o biberones con alimentos azucarados (miel, azúcar, zumos de frutas o leche condensada) en ellos.
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Toddler boy drinking milk from baby bottle

Para empezar a hablar de caries de biberón, se hace necesario saber que la caries dental es una enfermedad multifactorial, infecciosa y contagiosa en la cual existe una descomposición molecular de los tejidos duros del diente que involucra un proceso histoquímico bacteriano, el cual termina con la descalcificación y disolución progresiva de los materiales inorgánicos y desintegración de la matriz orgánica del diente. Todos estos procesos se deben a la acción de los ácidos producidos por los microorganismos que integran la placa dental.

Muchas veces estos microorganismos son transmitidos al niño por los alimentos consumidos con los mismos utensilios de cocina compartidos con un adulto y el niño, o bien para entrar más en el tema, son transmitidos cuando los encargados de los niños "prueban" la temperatura de la leche del biberón antes de ser ingerida por el niño.

Este cuadro clínico afecta a niños que duermen con los chupetes o biberones con alimentos azucarados (miel, azúcar, zumos de frutas o leche condensada) en ellos. Lo grave del cuadro deriva de la agresión continua con un alimento azucarado en los momentos de descanso, y que por lo tanto, en la boca existe menor "autolimpieza". Si a esto le sumamos el hecho de pasar horas sin una adecuada limpieza mecánica (cepillado), factores predisponentes en alto grado, es muy probable que al cabo de cierto tiempo encontremos en la boca de niños pequeños lesiones en numerosas piezas dentarias, especialmente en molares. También en superficies generalmente libres de caries (caras palatinas de incisivos superiores). Cabe destacar que estas lesiones son de avance muy rápido.

Por ende, se aconseja no "bañar" los chupones de biberones y chupetes con estos alimentos de consistencia pegajosa, lo que garantiza su adhesividad a los dientes, encía y lengua. Además de efectuar una buena limpieza dental después de cada toma de leche, ya que la lactosa presente en ella es también un carbohidrato. Recordemos que los carbohidratos son el "combustible" para que los microorganismos empiecen a liberar los ácidos responsables de la degradación de los materiales tanto inorgánicos como orgánicos de los dientes.

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Señales para saber si le saldrán los dientes
La necesidad de morder(01 of06)
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De parenting.comLa presión de un diente emergente bajo las encías puede ser aliviada con contrapresión, así que los bebés por lo general querrán estar mordiendo cosas. El instinto de masticar también puede ser una respuesta a la extraña sensación de que algo está pasando ahí dentro. (credit:Getty)
Encías hinchadas(02 of06)
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Antes de que un nuevo diente salga, puede que cause un enrojecimiento o hinchazón, y un área con moretones en las encías del bebé. A veces la encía se hincha con el diente emergente, que puedes ligeramente ver por debajo de la piel (si es que puedes convencer a tu bebé de que abra su boca el tiempo suficiente). (credit:Getty)
Babeo excesivo(03 of06)
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El aumento de saliva puede anunciar un nuevo diente, pero también es una etapa normal del desarrollo de la infancia, así que no asumas que el babear significa dentición. No hay manera de saber si la saliva de tu bebé es el resultado de la dentición o no, aunque puede que lo sea si también ves… los tres síntomas siguientes: Inquietud, especialmente de noche, jalarse las orejas o un cambio en sus hábitos alimenticios. (credit:Getty)
Inquietud, especialmente de noche(04 of06)
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La salida de los dientes -cuando el diente se mueve a través del hueso y la encía- tiende a ocurrir por etapas, con una mayor actividad durante la noche que durante el día, así que tu bebé puede que esté más irritable entonces. (credit:Getty)
Jalarse las orejas(05 of06)
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Aunque también puede ser una señal de que tiene una infección en el oído, jalarse las orejas puede ser un síntoma de la dentición: el dolor de la mandíbula se transfiere al canal auditivo. (credit:Shutterstock)
Un cambio en sus hábitos alimenticios(06 of06)
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Los bebés que ya están comiendo sólidos puede que quieran mamar o tomar el biberón más porque la cuchara les irrita sus encías inflamadas. Otros puede que hagan lo opuesto, comer más de lo normal porque la contrapresión se siente bien. Y los bebés que aún toman del biberón o que aún siguen mamando puede que comiencen a alimentarse ansiosamente, pero pueden retroceder porque la actividad de succión pone una presión incómoda en las encías y en los canales del oído. (credit:Getty)

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