Los hombres sí jugamos con las muñecas

Advertencia: Esta columna está basada en focus group realizados en lugares desconocidos y no en las experiencias personales del autor. Está prohibida su lectura a las mujeres.

Hoy en día cada vez es menos el tiempo que tenemos para compartir con nuestra pareja. Los horarios de trabajo cada vez son más largos y las exigencias de esta sociedad de consumo nos llevan a estar tratando de mejorar el ropero, nuestra apariencia física y a estudiar algo que nos desmarque del montón. Los resultados en el mejor de los casos, es una carrera profesional estable, con demasiada suerte te da para viajar una vez al año, y una relación de pareja hecha trizas.

Ahora para poder estar más cerca de la dueña de nuestros impulsos sexuales, perdón, de la dueña de nuestro corazón, tenemos que aprender a compartir momentos que tal vez hace 20 años un varón jamás hubiera podido concebir. Y cuando ‘toca’, pues ‘toca’; ahora nos ‘toca’ liberarnos de patrones de conducta de nuestros abuelos y acompañarlas de compras al centro comercial durante toda una tarde. Por ejemplo, aunque no tenemos ni un pelo de Rodner Figueroa (me refiero como fashionista), podemos sugerir algunas prendas de vestir de nuestra preferencia como: minifaldas, escotes, vestidos muy ceñidos al cuerpo y que obviamente sean de muy fácil acceso, pantalones cortos; y esas faldas anchas y largas con esas telas delgaditas que no sé como se llaman pero que son al tacto una delicia, y nos dejan acariciarlas de una forma que nos enciende en segundos.

Lo más bonito es cuando nos ven cansados y nos piden que entremos al vestidor unos segundos a que le subamos la cremallera, o que le ayudemos con un ajustado traje. Siempre hay que mirar que esté bien cerrada la puerta, y después obviamente reclamar el premio, cada quien a su manera, por tan sacrificada labor de acompañarlas, ellas casi siempre acceden…

Otra ventaja de ir de vez en cuando con tu mujer de compras es que a la hora de salir o viajar le puedes casi exigir que se ponga la ropa que tu "sana" mente desee esa noche disfrutar. Es como vestir a nuestra muñequita, a ellas les encanta emperifollarse para su hombre y más cuando saben que tú las quieres ver así y que se robaran nuestra atención toda la noche.

Ahora es normal bañarse con la princesa y sostenerle las extensiones para que ella las peine, cargarlas cuando salen del pedicure para que no se le dañen los pies y a veces hasta ayudarles a cerrar las apretadas fajas que se ponen para levantar trasero, esconder barriga y ahogarse cada vez que se sientan.

Amigos, lo mejor no sólo es desvestir a nuestra muñeca sino también ayudarla a que luzca como nosotros la deseamos y de paso aprendemos un poco de su mundo para que no les pase lo de “Juancho el Fajao”.

"Juancho el Fajao" es un amigo de mi padre que tiene más de 60 años y quien después de mucho coqueteo logró seducir una noche a su secretaria cuarentona. Al otro día, cuando su esposa se subió al auto, vio una faja en la silla trasera del automóvil. Juancho no tuvo más remedio que decirle a su mujer que el medico le había mandado esa faja para sus dolores de espalda. Ahora cada vez que sale de su casa, Doña Ofelia le recuerda a su mujeriego marido que se ponga la faja…

El pobre Juancho lleva dos meses poniéndose la faja y cada vez que se reúne con sus amigos es motivo de burlas, porque nada más es llegar al bar para salir corriendo al baño a quitarse la apretada faja. Su mujer inteligente no lo cuestionó pero audazmente le impuso un castigo, y Juancho comenta que hubiera preferido decirle la verdad a Ofelia antes de seguir con ese suplicio. Y todo lo anterior sucedió, porque "Juancho el fajao" no tenia ni idea que las mujeres y más las cuarentonas usaban faja.

Eso sí, cuarentona es cuarentona y se merecen una columna aparte, porque son los nuevos treinta y se ven más divinas que muchas de veinte... Es una edad que las lleva a disfrutar la vida de una forma plena y diría yo que desenfrenada, me encantan.

Mañana en exclusiva las primeras reacciones de "Juancho el Fajao" y su esposa Ofelia al ver que su historia se hizo pública. Ja, ja, ja... disculpen pensé que estaba escribiendo para otro show. Nos leemos mañana por el mismo medio.

¿TE PARECE BIEN QUE "JUGUEMOS CON MUÑECAS"? ¿QUÉ TRUCOS TIENES TÚ?

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