La biología determina una parte muy importante de la sexualidad y la reproducción, pero la realidad es que la naturaleza del hombre sobrepasa esa finalidad, y está al servicio del amor y también del placer.
Aunque vivimos en el siglo XXI, se vive la sexualidad con culpas y tabúes, y podríamos decir que muchas veces el sexo se convierte en una manifestación de posesión, y una carrera hacia el orgasmo, antes de la búsqueda de placer auténtico. En temas relacionados con el placer, culturas como la India y la China, nos llevan miles de años de delantera, y es por ello que mucho podemos aprender de sus técnicas de estimulación.
El taoísmo es una antigua filosofía que basa su pensamiento en la paciencia y la sencillez, y una de sus ramas promueve el aprendizaje de técnicas que permiten al hombre alargar el mayor tiempo posible el coito; es así como un hombre que es capaz de controlar su eyaculación, podrá brindar placer extendido a la mujer, prolongando el encuentro sexual tanto como ella lo necesite.
En el pensamiento taoísta chino, la sexualidad es una experiencia más energética y espiritual que carnal, y cumple un rol fundamental en la vida de una persona. A continuación, nos referiremos al llamado “método cerrado”, una técnica sencilla y efectiva para disfrutar de la sexualidad e incrementar el placer.
En esta tradición, las instancias preliminares constituyen una ceremonia muy placentera, la pareja se toma el tiempo necesario para relajarse, y estimular los cinco sentidos para despertar el deseo: Un ambiente agradable, música sensual, aromas preciosos, caricias, y el arte de besar.
El secreto reside en evitar la excitación excesiva al momento de la relación sexual, para esto, ¡por supuesto se requiere práctica!, además del deseo de intentar algo distinto. Los antiguos chinos sostenían que una persona apacible, dominará la práctica más deprisa que una impaciente….
Al comienzo, se recomienda al hombre evitar recibir sexo oral, ya que es una estimulación demasiado intensa cuando se está intentando dominar esta técnica. Otro tema fundamental es la concentración; lo importante es concentrarse en la imagen de la pareja, y las sensaciones placenteras que brinda, de esa manera se desvía la atención de uno mismo, y se siente menor ansiedad y exigencia.
La penetración debe ser suave y lenta, los movimientos de salida, más fuertes que los de entrada, la respiración debe ser profunda. Con práctica y perseverancia, se puede dar rienda suelta a la libido, de manera armoniosa y muy placentera.
La práctica sexual taoísta se complementa además por un estilo de vida saludable, una alimentación adecuada, y ejercicios físicos que estimulan los órganos sexuales, un ejemplo de los cuales brindamos a continuación.
Una postura de Chi Kung, o Qi Gong, arte taoísta, mejora el tono sexual del hombre y la mujer, ya que emite energía en la dirección de los órganos sexuales. Se trata de la postura de “los cuatro elefantes”. De pie, con los pies juntos, separar los extremos de los pies lo más lejos posible entre si manteniendo los talones juntos y flexionando las rodillas, tratando de mantener la espalda bien recta. Los brazos en círculo, las manos se colocan como “abrazando el árbol”, con las palmas hacia el abdomen. Mantener la posición durante unas diez respiraciones completas, o hasta que siente cansancio.
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