Con estos 11 trucos rápidos no hay excusa para una casa sucia

11 trucos para dejar tu casa limpia en un 2x3
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Mantener una casa limpia es un arte. Al principio puede parecer que la limpieza y la organización serán leves, pero es común que los principiantes NO tengan idea de qué hacer con la comida pegada en el microondas, o la porquería que se adhiere a las rejillas del horno.

Afortunadamente hay maneras rápidas e ingeniosas de limpiar las cosas más sucias, lo que demuestra que no tienes que ser un profesional para experimentar la dicha de tener una casa limpia y reluciente. Ponlas a prueba, o pásaselas a alguien en tu casa que tal vez quiera, ejem, ponerlas a prueba. Tu casa te lo agradecerá.

1. Limpia tu microondas al vapor con un limón.

No restriegues tu microondas. Mejor, calienta en él un envase con agua y jugo de limón por cinco minutos, y observa cómo el vapor afloja lo embarrado.

(Flickr/Ennor)

2. Limpia el pelo de mascotas con guantes plásticos.

Sumerge el guante en agua, luego
para recoger el pelaje, sin necesidad de usar el rodillo de recoger pelusa.

3. Repara ollas y sartenes con bicarbonato de soda.

Primero,
en la olla para despegar la mayor parte de los residuos de comida quemada.
.

4. Limpia los azulejos con un cepillo de dientes.

Limpia la suciedad de entre los azulejos con un cepillo y una mezcla de bicarbonato de soda y agua.

(Flickr/ranchredo)

5. Sácale brillo a los utensilios, cacerolas y joyas con ketchup.

El ketchup hace que los utensilios manchados vuelvan a lucir brillantes, y quita las manchas de las ollas y sartenes de cobre. También puedes limpiar joyería de esta manera.

6. Quítale la mugre a la nevera con bicarbonato de soda y agua.

Limpia los residuos de la comida con esta simple mezcla.

7. Desaparece la acumulación de suciedad en el grifo con un limón.

Disuelve la molesta acumulación de minerales y elimina las marcas de agua con
.

8. Desinfecta tu colchón con vodka.

Sí, dicen que un chorrito de vodka puede terminar con las bacterias que causan el mal olor, y desinfectar. Solo asegúrate de rociar solo una capa ligera, y deja que el colchón se seque antes de ponerle las sábanas.

9. Limpia las rejillas del horno con toallitas para secadoras.

Remoja las rejillas en agua tibia con unas cuantas toallitas suavizantes para secadoras durante una hora, y luego restriega la suciedad.

10. Pon limones en el triturador de residuos para terminar con el mal olor.

y
le quitarán el mal olor al triturador de desperdicios más apestoso.

11. Deja que el amoníaco limpie el horno por ti.

Vierte media taza de amoníaco en un envase y déjalo en el horno hasta el otro día. ¡Y listo! La comida adherida se desprende, y todo lo que tienes que hacer es pasarle un trapo.

La versión original de esta nota fue publicada en inglés por Suzy Strutner en HuffPost Don't Stress the Mess. La traducción es de Marinés Arroyo.

Before You Go

Manos a la limpieza sin estrés
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1. El que no riega, no tiene que recoger. Una casa recogida luce casi limpia y es más fácil de limpiar. Unas gavetas recogidas no requieren reorganización. Tan pronto uses algo que sacaste de su lugar, devuélvelo a donde pertenece. Ejemplo clásico: si terminaste de comer, tomar agua o beber café, lava esos trastes o ponlos en la lavadora de platos. Si el niño terminó de jugar con algo, lo puede echar en algún recipiente o lugar destinado para sus juguetes. (credit:Getty Images)
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2. Cada cual es responsable por su área (dormitorio, baño que usa, lugar de juego). Acostumbra a tu familia a que cada quien mantenga limpia su área y supervisa. Mientras hay bebés, es obvio que les toca a mami y a papi. (credit:Getty Images)
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3. Todo el que vive en una casa tiene que colaborar, en la medida de su capacidad. Entrena a tu familia a conservar presentables las áreas comunes, incluyendo a tu pareja. Supongo que él quiere que si llega un amigo o un familiar, encuentre la casa impecable. (credit:Getty Images)
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4. El que amontona ropa, no encuentra cómo empezar a lavar. Lava una vez a la semana. En el mundo actual, lava la lavadora y seca la secadora. Cada quien echa la ropa y luego la saca, la dobla y la guarda. Cada parte de ese proceso se puede hacer entre anuncios, mientras se ve televisión en la semana, o haciendo otra tarea, cualquier día. (credit:Getty Images)
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5. Si te quieres levantar tarde, pasear o descansar en el fin de semana, limpia y lava ropa durante la semana. Si tus hijos adolescentes quieren salir con sus amigos, deben cumplir con lo suyo antes de irse. (credit:Getty Images)
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6. Si ganas suficiente dinero para pagar a otro por hacer la limpieza, da instrucciones, delega y supervisa. Y deja de decir que nadie limpia como tú. (credit:Getty Images)
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7. Dejar de anticipar "el día de limpieza" con terror y ansiedad, ni te agotes rezongando. Solo hazlo. La palabra es organización, una tarea a la vez: limpiar las mesas, limpiar espejos, limpiar cristales, barrer pisos, pasar aspiradora, mapear, lavar los baños. Las tareas más complicadas en las casas (limpieza de patio y ventanas, por ejemplo) requieren mayor planificación y, si es posible, contratar a otra persona. (credit:Getty Images)
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8. Sé efectiva; no tienes que ser perfecta. Con prevención, cooperación y un esfuerzo mínimo sin estrés, puedes disfrutar una casa limpia.-- Por Ofelia Pérez (credit:Getty Images)